Sodium hydroxide es un formador que también puede encontrarse en detergentes y desengrasantes. Lo usamos para hacer que una fórmula de producto limpie mejor al afectar a las moléculas en la fórmula para que actúen mejor juntas. Sodium hydroxide también sirve como regulador de pH que altera el pH de un producto para mejorar la estabilidad. Cada fórmula tiene un pH óptimo para que actúe mejor. Por ejemplo, una fórmula más ácida actúa mejor para eliminar los residuos de jabón. En cambio, una fórmula más alcalina podría ser más efectiva para eliminar la grasa o las manchas de grasa. Utilizamos reguladores de pH para asegurarnos de lograr el mejor pH para una tarea en particular. Además, el pH de una fórmula puede afectar el tiempo que dura dentro de un envase, por ejemplo, limitando su tendencia para corroer una lata, un envase o un surtidor. El altas concentraciones (por ejemplo, en limpiadores para desagües), sodium hydroxide puede usarse como sustancia cáustica que disuelve materia orgánica, como las obstrucciones de desagües.

Sodium chloride, conocido comúnmente como sal de mesa, es un portador que también puede encontrarse en muchos productos domésticos, como champús, maquillaje y productos de baño. Un portador hace lo que su nombre indica: ayuda a transportar un producto a una superficie, al adelgazar o engrosar la fórmula, o simplemente asegura la distribución uniforme de los otros ingredientes en la fórmula. Utilizamos sodium chloride porque, sin un portador, el producto no actuaría con la misma uniformidad en una superficie.

Sodium stearate es un jabón común que también puede encontrarse en muchos productos de uso diario, incluso cosméticos y artículos para el cuidado personal. Este material actúa como emulsionante y también como solubilizador para nuestros productos para el cuidado de desagües.